08/23/2014

Una maternidad ucraniana da vida en medio de los bombardeos

UCRANIA-MATERNIDAD-SOTANO:Una maternidad ucraniana da vida en medio de los bombardeos

Por Thomas Grove

DONETSK, Ucrania, 22 ago (Reuters) - En una ciudad ucraniana acosada por la muerte, Tatyana Makarchuk, directora de la maternidad número tres de Donetsk, está asegurándose de que las nuevas vidas pueden sobrevivir.

Ha equipado un sótano bajo el hospital con cunas y ventiladores para que los recién nacidos puedan ser trasladados allí cuando, como ocurre a menudo, los proyectiles empiezan a caer.

Donetsk se está convirtiendo en zona de guerra a medida que las fuerzas gubernamentales realizan una ofensiva destinada a sofocar a los separatistas prorrusos que han hecho de la ciudad del este de Ucrania su principal bastión.

El Gobierno respaldado por Occidente niega que esté bombardeando áreas civiles, pero los ciudadanos de a pie a menudo se ven sorprendidos en los combates, incluidos mujeres embarazas y bebés.

En dos ocasiones la semana pasada, los directores del hospital tuvieron que pedir a personal y pacientes - unos 45 en total - que bajaran al sótano donde Makarchuk ha organizado una sala improvisada.

"En cuanto las ventanas empiezan a temblar, sabemos que es momento de bajar al sótano. Ningún mortero ha alcanzado nuestro hospital y esperamos que no ocurra, pero nunca sabes cuándo caerá el siguiente", dijo.

Makarchuk, de 63 años, lleva el pelo pelirrojo y tiene una sonrisa fácil. Lleva una bata inmaculada y su oficina está plagada de fotografías de sus nietos.

"No nos importa el bando en el que está la gente, quiénes llegan a nuestro hospital a dar a luz. Lo más importante es que los niños nacidos aquí sean felices y no tengan que ocultarse en sótanos", dijo Makarchuk, con la voz temblando y las lágrimas asomándole a los ojos.

Las Naciones Unidas dijo este mes que unas 2.086 personas, incluidos civiles y combatientes, han muerto en los cuatro meses de conflicto. Esa cifra casi se dobló desde finales de julio, cuando las fuerzas ucranianas reforzaron su ofensiva y comenzaron los combates en áreas urbanas.

Los aliados occidentales de Ucrania han hecho poca mención pública de las bajas civiles derivadas de la ofensiva de Kiev, dando al Gobierno ucraniano espacio para proseguir con su campaña militar.

Rusia, que ha hecho causa común con la población mayoritariamente de habla rusa en el este de Ucrania, acusa a Kiev de atacar deliberadamente a civiles y causar una catástrofe humanitaria en Donetsk y la ciudad cercana de Luhansk.

ARTILLERÍA

Muchas personas han huido de Donetsk. La semana pasada el hospital registró seis nacimientos, mientras que en la misma semana hace un año tuvo 61.

Las madres que han llegado a dar a luz a hospital dicen que estaban demasiado asustadas para emprender el peligroso viaje fuera de la ciudad, no tienen otro lugar al que ir, o prefirieron quedarse cerca de la familia en Donetsk.

En una habitación en el sótano del hospital de Donetsk que normalmente se usa para conferencias, se han sacado las mesas para dejar espacio para poner siete cunas. Los tablones de presentaciones usados para conferencias han sido arrinconados en otra sala para dejar espacio para los ventiladores.

"Todo se cambia constantemente, todo está preparado en caso de otro ataque", dijo Yelena Samoilenko, de 50 años, que está especializada en cuidado neonatal.

"Nunca pensé que fuera a escuchar el sonido de proyectiles de mortero. Mi trabajo es diferente, es dar vida", dijo Samoilenko junto a la cama de un bebé en el sótano.

Sin embargo, el personal considera demasiado delicada la situación de algunos recién nacidos en cuidados intensivos como para trasladarlos al sótano.

Cuando el sonido de artillería comenzó a oirse alrededor de la ciudad esta semana, Natalia Mukhina, que dirige la unidad, se negó a bajar al sótano o permitir a otros trabajadores mover a los cinco bebes que se encuentran con ventiladores y otros sistemas de apoyo.

Esperó casi media hora con otra enfermera, junto a los bebés, algunos de los cuales se estremecían y sacudían con el sonido de las explosiones, hasta que cesaron los bombardeos.

"Estos bebés necesitan constantemente oxígeno e incluso el breve período de tiempo que tendríamos que desconectarlos y llevarlos abajo pondría en peligro su vida", dijo.

"Es imposible que la violencia no tenga un efecto negativo sobre los bebés tan vulnerables", dijo, junto a uno que dijo que pesaba sólo 600 gramos.

"No deberían estar pasando por esto", añadió. (Traducido por Inmaculada Sanz)



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