08/05/2014

Proyectiles de Primera Guerra Mundial suponen amenaza en el campo francés

GUERRA-MUNICION:Proyectiles de Primera Guerra Mundial suponen amenaza en el campo francés

Por Antony Paone

VERDÚN, Francia, 5 ago (Reuters) - Los campos y bosques alrededor de Verdún, el lugar de una de las batallas más devastadoras de la Primera Guerra Mundial, pueden parecer tranquilos ahora, pero los restos de la guerra - proyectiles de artillería sin explotar - todavía suponen una amenaza después de 100 años.

La Batalla de Verdún, de 10 meses, está entre las más sangrientas de la Gran Guerra, con una tormenta inclemente de munición que mató a cientos de miles de soldados franceses y alemanes desde febrero hasta diciembre de 1916.

Los presidentes francés y alemán, François Hollande y Joachim Gauck, asistieron a ceremonias conmemorativas en Alsacia y Lieja el domingo y el lunes para recordar el inicio de la guerra y escenificar la solidaridad francoalemana.

Pero en esta zona del noreste de Francia, a lo largo de la frontera con Bélgica, las consecuencias del combate aún persisten.

Los granjeros y senderistas de los alrededores dicen que encuentran habitualmente piezas de artillería y granadas, vestigios de la guerra que siguen siendo potencialmente letales.

"No puedo decir cuántos encuentro a veces", dijo Roland Dabit, residente de la cercana aldea de Somogneux.

"Incluso en el bosque ¿cuántas hay en el bosque? ¿Cuántas? Créeme, cuando vamos a buscar champiñones, veo cientos de proyectiles", dijo Dabit a Reuters.

El granjero Alain Doyen dice que tras cultivar sus tierras, a menudo encuentra viejos proyectiles alemanes.

"Da un poco de miedo a veces porque cuando estás en medio del campo no te apetece tocarlo", dijo. "Es mejor no dejarlas en el medio, así que intento echarlas a un lado", dijo.

La unidad de artificieros de la cercana ciudad de Metz está ocupada respondiendo a las numerosas llamadas de residentes y recogedores de unas 40 toneladas de munición cada año.

Cada día equipos de dos personas patrullan la zona de Verdún buscando proyectiles, de los cuales 1 millón fue disparado por los alemanes en uno de los primeros bombardeos en el conflicto.

El bombardeo llevó a una media de seis proyectiles por cada metro cuadrado de terreno en la zona durante la batalla.

"Si hay un millón de proyectiles cayendo - aparte de los que cayeron después -, la roturación del suelo inevitablemente enterró un gran número de algunos que no explotaron", dijo Guy Momper, uno de los 10 especialistas de la unidad.

La construcción de nuevas casas a menudo saca a la luz grandes cantidades de proyectiles durante las excavaciones, un retraso que a menudo se tiene en consideración a la hora de construir.

"Hoy necesitamos más espacio, construimos nuevas viviendas y ¿Qué sucede? Movemos la tierra. Cuando la mueves, tienes el legado de esta guerra que son los proyectiles, granadas y morteros", dijo Momper.

"Así que en ese sentido, la guerra no acabó", dijo. "Y creo que en la zona que estamos ahora esto continuará por 100 o 200 años", dijo.

Los datos precisos sobre el número de muertes por explosiones de proyectiles son difíciles de encontrar, pero dos expertos de la unidad de Metz murieron en 2007 al explotar un proyectil que transportaban.

Momper dijo que debido a la cantidad de munición que sigue habiendo en la zona y que aún está por descubrir, "es casi imposible que no pase nada".

"Alguien dijo una vez 'la bomba hace las cosas a su manera'. En condiciones normales si está en cierta posición, puedes llevarla con una serie de precauciones", dijo. "Podrías llevar un millón, pero la próxima podría explotar", añadió. (Escrito por Alexandria Sage. Traducido por Rodrigo de Miguel en la Redacción de Madrid)

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