Obama rechaza críticas por crisis en la frontera con México
INMIGRACION-EEUU-BOEHNER (ACTUALIZA 2):ACTUALIZA 2-Obama rechaza críticas por crisis en la frontera con México
(Actualiza con reunión de Obama con Rick Perry, detalles)
Por Steve Holland y Jeff Mason
DALLAS/WASHINGTON, 9 jul (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rechazó el miércoles la demanda del gobernador de Texas, Rick Perry, para que visite la frontera, donde se desarrolla una crisis con niños inmigrantes, y dijo que sus críticos deberían apoyar su pedido de 3.700 millones de dólares si quieren resolver el problema.
"¿La gente está más interesada en la política o está más interesada en resolver el problema?", preguntó Obama a Perry. "Si ellos están interesados en resolver el problema, entonces eso puede resolverse. Si prefieren la política, entonces esto no se resolverá", agregó.
Obama visitó Texas por primera vez desde que la llegada de niños inmigrantes desde América Central comenzó a abrumar a los recursos existentes en la frontera. El sostuvo negociaciones con Perry a bordo del helicóptero Marine One, y una reunión grupal con funcionarios locales que el presidente dijo que fue constructiva.
En una breve conferencia de prensa después de la reunión, Obama rechazó las críticas de Perry, un posible aspirante a la nominación presidencial republicana en el 2016, quien lo llamó a visitar personalmente la región de la frontera.
"Esto no es un cine. Esto es un problema. No estoy interesado en posar para fotografías. Estoy interesado en resolver un problema", dijo.
El presidente, que realiza un viaje de tres días por el país, está pasando mucho tiempo reuniendo dinero para los candidatos demócratas al Congreso, lo que ha motivado críticas de que debería pasar más tiempo visitando la frontera.
Obama dijo que recibe mucha información de sus asesores, quienes visitan el área.
"No hay nada que esté ocurriendo allí de lo que yo no esté al tanto o de lo que no haya sido informado", dijo.
Obama enfrenta una creciente presión política de partidarios y opositores por igual para detener el desarrollo de una crisis humanitaria en la frontera entre el estado de Texas y México.
Su solicitud de fondos de emergencia hecha el martes fue la medida más agresiva tomada hasta el momento por su Gobierno para abordar la crisis de menores procedentes de Centroamérica que cruzan la frontera ilegalmente, y al mismo tiempo para acelerar el proceso de sus deportaciones.
Los fondos, sin embargo, deberán ser aprobados por el Senado -controlado por demócratas- y la Cámara de Representantes -dominada por los republicanos.
Los republicanos, que han presionado a la Casa Blanca para que tome medidas enérgicas ante la crisis, recibieron la propuesta con cautela.
"La Cámara no va a aprobar directamente lo que el Gobierno desea hacer", dijo el representante Mario Diaz-Balart, miembro del panel de crisis fronteriza establecido por el presidente de la Cámara baja, John Boehner.
El representante republicano Mick Mulvaney criticó el pedido de financiamiento y sugirió que se deberían solicitar fondos de ayuda al exterior para pagar por la propuesta de la Casa Blanca.
"Creo que es una payasada. Creo que el presidente ha creado este plan para hacerlo ver como si la única razón por la que no está reforzando la frontera es porque no tiene dinero. Y eso no es preciso", sostuvo Mulvaney.
Obama dijo que le enfatizó a Perry que está de acuerdo con gran parte de la propuesta republicana de enviar más agentes fronterizos a la zona de la crisis.
Perry emitió un comunicado rápidamente después de las negociaciones, diciendo que exigió que Obama envíe a 1.000 miembros de la Guardia Nacional a la frontera.
"Proteger la frontera es posible, y el presidente necesita comprometer los recursos necesarios para lograrlo", dijo Perry.
Obama sostuvo que consideraría la petición de Perry de desplegar a la Guardia Nacional en la zona.
"El punto final es en realidad que no existe algo que haya señalado el Gobernador que le gustaría ver ante lo que yo tenga una objeción filosófica", dijo Obama.
El mayor desafío, dijo, es si el Congreso está preparado para aprobar su solicitud de fondos. El instó a Perry a pedir a la delegación de Texas en el Congreso que busque la aprobación del paquete por 3.700 millones de dólares.
"Por estos días en Washington todos están preocupados de que todo se vuelva víctima de la política partidista", dijo Obama. "Si yo apoyo un proyecto de ley que diga que la tarta de manzanas es estadounidense, podría ser rechazado por eso", agregó.
La crisis de los niños indocumentados ha hecho que el debate sobre la reforma al sistema de inmigración de Estados Unidos se torne aún más divisivo.
Si no se toman medidas, el Gobierno proyecta que más de 150.000 menores de 18 años, sin compañía, podrían estar huyendo de la extrema pobreza, de bandas criminales y de la violencia vinculada al narcotráfico en Honduras, El Salvador y Guatemala. (Reporte adicional de Susan Cornwell, Susan Heavey, Steve Holland y Richard Cowan; Editado en español por Marion Giraldo y Juana Casas)