Gobierno de Colombia y guerrilla FARC reinician diálogo de paz en medio de tensiones
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LA HABANA, 12 ago (Reuters) - El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC reanudaron el martes sus negociaciones de paz, en un clima de tensión por un aumento de los ataques rebeldes a la infraestructura petrolera y nuevas demandas de ambos lados.
Antes de encerrarse con representantes del gobierno en La Habana, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) criticaron el llamado "Marco Jurídico Para la Paz" aprobado en el 2013 por el Congreso que exige que los rebeldes acusados de crímenes de lesa humanidad y genocidio sean juzgados.
"Rechazamos una vez más la maleza jurídica que se ha venido sembrando en los campos de paz con el ánimo de hacer de los diálogos de paz de La Habana un mecanismo inútil", dijo el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, a periodistas.
El marco jurídico, sostuvo el guerrillero, es una "trampa" al proceso de paz iniciado hace casi dos años con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
Los negociadores del Gobierno, encabezados por el ex vicepresidente Humberto de La Calle, entraron al Palacio de Convenciones de La Habana sin hacer comentarios a la prensa.
Las negociaciones en La Habana son uno de los intentos más firmes de terminar con un conflicto de 50 años que ha dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados en Colombia.
Las partes lograron tres acuerdos parciales en temas clave como la futura reinserción de los guerrilleros en la política, la sustitución de cultivos de drogas y el acceso a las tierras a los campesinos pobres.
El Gobierno y los rebeldes se disponen a discutir ahora el tratamiento de las víctimas del conflicto.
Las FARC exigieron que rebeldes presos sean autorizados a participar en las conversaciones como víctimas de la violencia, una idea que el Gobierno de Santos calificó de incomprensible.
El proceso de paz, al que el presidente Santos ha apostado su capital político y en cuyo éxito basó su reciente reelección, fue también sacudido por un aumento de los ataques de la guerrilla a oleoductos y torres de energía.
Durante las negociaciones, Santos ha mantenido la presión militar sobre las FARC.
La mayoría de líderes de las FARC enfrentan procesos por asesinatos, secuestros, ejecuciones extrajudiciales, tortura, desapariciones forzadas, violencia sexual, desplazamiento forzado y reclutamiento ilegal de menores.
Pero la guerrilla sostiene que el Gobierno no puede ser "juez y parte", y ha rechazado la posibilidad de que los jefes rebeldes terminen en una cárcel con la firma de un acuerdo de paz. (Reporte de Rosa Tania Valdés, editado por Esteban Israel)