Brasil cae en recesión, en un revés electoral para Rousseff
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Por Brian Winter
SAO PAULO, 29 ago (Reuters) - La economía de Brasil cayó en recesión en la primera mitad del año, después de un desplome de la inversión y de que la organización del Mundial de fútbol sofocó a la actividad económica, en un golpe a las ya menguantes expectativas de la presidenta Dilma Rousseff de ser reelegida en los comicios de octubre.
La mayor economía de Latinoamérica ha tenido un lento crecimiento durante más de tres años bajo las políticas de izquierda de Rousseff, que han reducido la confianza de los consumidores y de las empresas y han provocado fuertes pérdidas para los inversores financieros.
La economía brasileña se deprimió aún más en el segundo trimestre, con una contracción de un 0,6 por ciento respecto del primer trimestre, según datos publicados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El IBGE también revisó a la baja su estimación para la actividad económica del primer trimestre a un retroceso de un 0,2 por ciento, lo que significa que la economía entró en recesión.
La primera recesión en Brasil desde la crisis financiera global del 2008 al 2009 ofrece un arma poderosa a los opositores de Rousseff para las elecciones del 5 de octubre, justo en el momento en el que la candidatura de la mandataria se encuentra más vulnerable.
Los sondeos de la última semana han mostrado que Rousseff sería derrotada por la candidata centrista Marina Silva en caso de una segunda ronda, lo que parece probable.
Silva y el otro candidato de importancia, Aécio Neves, han criticado a la presidenta por su manejo de la inflación y por supuestamente arruinar el impulso económico que durante la última década había convertido a Brasil en un favorito de Wall Street.
"Hoy es un día triste para Brasil", dijo Neves a periodistas. "La verdad es que este Gobierno fracasó y fracasó principalmente en dirigir la economía de Brasil".
La economía de Brasil creció en promedio un 4 por ciento durante el Gobierno del predecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, entre 2003 y 2010. La expansión en el mandato de Rousseff se encamina a una media de menos de un 2 por ciento.
El mercado accionario de Brasil subió porque prestó más atención a la posibilidad de que Rousseff no consiga la reelección que al pobre informe económico.
Rousseff dijo el viernes, a reporteros en el Estado de Bahía, que el desempeño económico será mejor en la segunda mitad del año.
A pesar de los recientes esfuerzos de la presidenta por recuperar la confianza de las empresas, la inversión en Brasil se desplomó un 5,3 por ciento en el segundo trimestre, comparado con el periodo previo, su peor desempeño desde inicios del 2009.
La industria también sufrió su cuarto declive consecutivo en la medición trimestre a trimestre, al ceder un 1,5 por ciento.
EL LASTRE DEL MUNDIAL
La construcción civil y las manufacturas sufrieron particularmente durante el segundo trimestre, según los datos.
Brasil organizó el Mundial de fútbol en junio y julio, que provocó una desaceleración en muchas fábricas y minoristas debido a que las ciudades declararon feriados públicos en los días de partidos para prevenir problemas logísticos, como altas congestiones de tránsito vehicular.
Sin embargo, economistas dijeron que los problemas de Brasil van más allá de cualquier evento reciente como el Mundial y responsabilizan a las políticas del Gobierno, que se han enfocado demasiado en estimular la demanda doméstica y han dejado de lado la necesidad de atraer inversión extranjera.
Rousseff y su equipo económico han atribuido las dificultades económicas a los continuos problemas en el extranjero.
"Quiero enfatizar en que incluso países realmente bien organizados están teniendo problemas para crecer más", dijo a periodistas el ministro de Hacienda, Guido Mantega.
Los expertos dicen que los datos del viernes destacan que el próximo presidente deberá aplicar profundas reformas.
"La recuperación a partir de aquí será lenta", dijo Eduardo Velho, economista jefe de INVX Global, un fondo de inversión de Sao Paulo. "Necesitamos un programa económico basado en ajustes fiscales y flexibilidad monetaria, y mejoras en la productividad", aseveró.
La contracción del segundo trimestre en Brasil fue peor a la caída esperada de un 0,4 por ciento, según la mediana de los pronósticos de 47 analistas consultados en un sondeo de Reuters.
La última recesión de Brasil se prolongó desde fines del 2008 hasta comienzos del 2009, durante la crisis financiera global. (Reporte de redacción de Brasil. Editado en español por Patricio Abusleme y Marion Giraldo)