06/05/2014

ANALISIS-México se afianza como potencia manufacturera, pero trabajadores pagan los costos

ECONOMIA-MEXICO-EMPLEO (ANALISIS, FOTO):ANALISIS-México se afianza como potencia manufacturera, pero trabajadores pagan los costos

Por Luis Rojas

MEXICO DF, 5 jun (Reuters) - México se está consolidando como una potencia manufacturera por sus costos laborales menores a los de China, pero la ventaja competitiva tiene un lado oscuro: los bajos salarios están lastimando el consumo de los mexicanos.

La segunda mayor economía latinoamericana quedó atrapada en la inercia de crear pocos empleos y de baja calidad, en parte por su modelo económico que necesita mantener las exportaciones a precios competitivos.

Ni siquiera una reforma laboral aprobada en 2012 ha podido resolver eso, aseguran los especialistas. Y menos cuando la economía, muy sujeta a los avatares de su principal socio comercial y vecino Estados Unidos, no crece al ritmo necesario para generar los trabajos requeridos.

Como la demanda de empleos supera a la oferta, los salarios siguen estando por el piso.

"La situación está muy dura desde hace años y lo peor es que no parece mejorar. Yo trabajo en el mostrador de una tienda de abarrotes y gano 1,200 pesos (93 dólares) a la semana, de lunes a viernes 10 horas al día", dijo Carla Barrera.

México suele generar menos de medio millón de empleos al año, la mitad de lo que necesita para cubrir las necesidades de los mexicanos que salen cada año al mercado laboral, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), una referencia más confiable para los economistas que el desempleo.

El resto de los mexicanos termina en el empleo informal, un viejo dolor de cabeza para la productividad mexicana. Más de la mitad de la población económicamente activa está sumergida en la economía subterránea, según cifras oficiales.

Aún si consiguieran trabajo formal, el sueldo sería modesto. El salario promedio por hora en México -hogar del magnate Carlos Slim- es de unos 2.44 dólares.

Los empleados en la industria manufacturera se llevan a casa un promedio de 2.70 dólares por hora, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INEGI), siete veces menos que sus pares del otro lado de la frontera, en Estados Unidos.

Incluso China quedó fuera de combate con esos niveles salariales. En un estudio difundido el año pasado, Bank of America Merrill Lynch halló que los costos laborales de la industria manufacturera mexicana eran casi un quinto menores a los de la potencia asiática.

"En los últimos 20 años China se comió el desayuno, el almuerzo y la cena de México", dijo el experto en mercados emergentes Jim O'Neill en una entrevista. "Hoy, desde una perspectiva global de manufactura, uno podría decir -sobre todo en autos- que quién necesita de China cuando tienes a México".

LAS DOS CARAS DE LA MONEDA

Junto con la cercanía a la mayor economía del mundo, los bajos salarios ayudaron a que automotrices como Audi, Honda, Mazda, Nissan y Kia estén construyendo nuevas plantas en México, fortaleciendo la presencia de una industria que le da trabajo al 16 por ciento de la fuerza laboral mexicana.

Pero también explica la otra cara de la moneda. En un círculo vicioso, el gasto de los hogares mexicanos creció un anémico 0.13 por ciento en el cuarto trimestre, según cifras desestacionalizadas, su menor tasa de expansión en un año.

"Todo esto lleva a que las empresas no inviertan hasta que no vean una mejor demanda y no van a contratar, al menos en el corto plazo", dijo Julio Martínez, analista de la firma Signum Research. El experto cree que al menos este año nada cambiará.

Durante los últimos 14 años, la economía mexicana se expandió en promedio un 2.3 por ciento anual, menos de la mitad del potencial que se calcula tiene el país.

No es de extrañar que el gobernador del banco central, Agustín Carstens, recomendara la semana pasada a las economías emergentes como México generar crecimiento interno en vez de contar con la expansión de los países avanzados.

México tuvo que recortar recientemente de forma drástica su cálculo de crecimiento económico para este año por la tibia tasa de expansión de Estados Unidos.

REFORMA PASA SIN PENA NI GLORIA

Un fervor por México invadió a los inversores después de que el Congreso comenzó a fines del 2012 a aprobar un paquete de reformas clave para la economía, entre ellos un plan para modernizar el mercado laboral por primera vez en cuatro décadas.

Pero a pesar de las promesas de que iba a ayudar a acelerar la economía, generar unos 400,000 puestos adicionales anuales, y de que haría las contrataciones más fáciles y menos costosas, un año y medio después las cosas no han cambiado mucho.

"Para mí ha pasado de noche esa reforma, generó grandes expectativas, estuvimos años discutiendo el tema y la impresión es que no ha pasado gran cosa", dijo a Reuters Carlos de Buen, un reconocido abogado laboral, que aseguró que la reforma estuvo mal diseñada y no ha tenido efecto real en el mercado laboral.

¿Por qué? Los empresarios la han tomado con cautela ante algunos problemas como, por ejemplo, el del periodo de prueba para el empleado, un esquema que dicen es tan complicado de poner en práctica que prefieren no usarlo.

Eso no ha impedido que gigantes como Pepsico Inc, Nestlé y Cisco anunciaran a principios del año inversiones por un total de 7,350 millones de dólares en México en un periodo de uno a cinco años.

Pero los principales motores del empleo en México son las pequeñas y medianas empresas.

Para este año el banco central espera una creación no mayor a los 670,000 empleos, menos de lo proyectado hace un trimestre porque la entidad también recortó su estimado de crecimiento económico a entre 2.3 y 3.3 por ciento desde 3 a 4 por ciento.

Las esperanzas del Gobierno están puestas en una reforma energética, de la cual sólo falta discutir la letra chica, para atraer miles de millones de dólares de inversiones que generen más empleo, y también en un plan de infraestructura 2014-2018 calculado en unos 600,000 millones de dólares.

Aunque logre atraer esos miles de millones de dólares adicionales, el problema de empleo en México es cuestión de la estructura económica, reconoce el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete. Y la cosa es peor con los jóvenes.

"No tenemos capacidad para insertarlos adecuadamente en el mercado laboral", dijo en una reciente entrevista radial. (Reporte adicional de Ana Isabel Martínez, Christine Murray y Tomás Sarmiento; Editado por Pablo Garibian)



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